jueves, octubre 18, 2007

Fragilidad

En este aquí y en este ahora
puede que me inmortalice un poco,
entonces quizás sepa
algo sobre lo eterno,
algo que sea más imperecedero
que esta esperanza esquiva
invadiéndome en secreto.

En este aquí y en este ahora
voy concentrándome en silencio,
arden mis temores en el frío
desentrañándome
en lo inmaculado de mi desnudez.

En este aquí y en este ahora,
comprendo,
tan vulnerable y en silencio
nada me cubre
estoy desnuda
y tiemblo.


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Caminas, Camino

Necesito dormir esta fragilidad
en el recuerdo pausado que guardo del brillo
de tus pupilas ausentes;
en mis dedos anestesiados del lunar oscuro
anidado en tu sien, donde creí alojada
toda la sabiduría que quise tantas veces arrancar
con la ingenuidad de un infante.

Tal síndrome ha perdurado tras varios otoños
las flores secas renacen
con el nombre de todos mis muertos,
pasos descalzos siguen los míos
en un huracán de hojas tristes
tan claros sus susurros que,
chocando en el cemento
con violencia, se incrustan en mi alma.

Risas de niños acusan,el perfil ensimismado
de quien añora los colores nítidos
de los rostros que han marchado lejos,
el oscuro afán de seguiros,
se desvanece en las sombras
de mi acabado delirio.

El consuelo es la dádiva traída por el viento
el viento y esas voces,
en sonares de pies descalzos que, en el murmurar
de una plaza vacía
conmigo caminan errantes.


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Querer

Como el azul que viste a este cielo, mi cielo
así es la noche a tus ojos de ébano
como el rojo más rojo de mi sangre con celo,
así intensamente te quiero.

Como un ópalo gris desgastado,
una silueta incompleta me abraza
mezquino amor incierto
el que habita en la tenue alborada.

Quiéreme sin sombra,
quiéreme libre
quiéreme entero.

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miércoles, mayo 09, 2007

Anhelo simplemente...

Quiero vivir sin prisa
tal vez estaría bien sumergirme
de una vez en la lluvia
que desea llevarme lejos, tan lejos.

Ansío unas pocas flores en mi pelo,
reír sinceramente,
sentir simplemente,
que soy libre un rato.

Deseo cruzar la frontera del olvido,
tener cierta certeza
de que aún soy parte de tu alma.

Quisiera poder ordenar mis torpes palabras
para intentar decirte,
dulcemente como siempre,
lo mucho que te extraño.

Ansío mirarte desde lejos,
susurrarte a la distancia
frases inintelegibles,
sin que nadie lo notara.

Desearía más que nada, encontrarme en tus ojos,
trozos tuyos y míos, elevándose juntos
una vez más
en la eternidad, de nuestra sublime melodía.

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Memoria

Quisiera brincar desde el lecho partido
al suave abrazo de la hierba;
amortajada en una noche de quebranto,
vencida otra vez he sido, una a una
y a la rastra.

Recuerdo cual espejo cristalino
días varios de cartas y pergaminos leídos;
oyeron atentos mis oídos
historias ancianas de lúcidas caras,
opuestas al libro enmohecido
guardián de mi memoria ingrata.
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viernes, diciembre 08, 2006

Canciones y Milagros

De un retazo de realidad
más abstracta que ésta,
poblada de poetas
canciones y milagros,
viene tu voz que me habla
mostrándome en pétalos de flores de jabón
caricias nuevas, mayores, sublimes.

En esta tierra repleta de amaneceres violetas
se encumbra tu esfuerzo hecho música,
elevando a este espíritu agradecido
junto al vuelo de tu ángel.

Un instinto mágico de otros mundos,
nacido de ti, de ti tan sólo
en la luz de tu mirada desde las cumbres,
se esmera en liberar a sedientos de fe,
miserables y vencidos.

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Aliento Libertario

Un grito de libertad
es abrir el candado de las puertas del alma
y dejar volar tu propia esencia
a cielos más altos,
es lanzarte a la vida sin temores,
guiarte por las perspectivas de la inocencia
de un niño criado sin trabas.
Sé un niño que sueña con ser niño
desata las amarras terrenas,
rebélate a los límites impuestos
sin tus miedos, ya inexistentes, han muerto.
Debes vencer en el desafío
de seguir la senda que has escogido,
que no te importe el murmurar
que amenaza tu paz cobardemente
cual daga en tu cuello indefenso,
ya lo ha dicho Cervantes
es señal de que avanzas.
Abraza tu libertad,
así como la lluvia a tu cara
ya sin cadenas, ni peso en tu espalda
cuan liviano te sientes
por los aires hacia tus sueños,
cabalgando.

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La Tristeza en los Charcos

Inventando formas de escurrir la condescendencia
en timoratas frases, la cabeza gacha
un andar tambaleante, moviéndose con cadencia
dando saltos, esquivando la mala racha.

Burlar al destino, la magnificencia del propósito
engañar a su corazón maltrecho ensimismado en la llaga,
que por la espalda le propinó con malicia el séquito
de ladrones, borrachos y fantasmas. ¡Que paga!

Tantísimas veces zurcidos, aquellos zapatos gastados
que han recorrido kilómetros infinitos,
con los cordones sueltos quedaron allí abandonados
después de haber sido el único horizonte de esos ojos granitos.

Tanto desprecio por tus propios pensamientos,
inteligentes, agudos y locuaces,
solos en la certeza de los momentos
miran en tu lengua mordida, la tristeza de los sauces.

La calle con sus charcos y pastelones desparejos
ponen obstáculos imposibles a tu inestable pasar.
Esquivar charcos ya no es tarea fácil, ahora que están viejos
los ladrones y borrachos; los fantasmas y tu andar.

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Cazador de Estrellas

¿Adónde vas con ese orgullo altivo
que dispara al cielo
cientos de explosivos?
vas sembrando la muerte,
vas sepultando la risa.

Otra estrella vas mirando
y sin querer ves en ella su fuego,
entonces extrañas
lo que queriendo has perdido.

Enceguecido te aferras a ese cañon soberbio
y palpando las reservas
que en tu cartera van quedando
sigues disparando al norte,
sigues matando estrellas.

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La Huída

Huyo de mí,
huyo de mis miedos,
de mis desenfrenos y sueños rotos.
Huyo de mí,
de mi escondida amargura y las antiguas heridas.
Huyo de mí,
de los sentimientos que me ahogan
del rencor que no quiero sentir.
Huyo de mí,
de mis complejos y mis inseguridades.
Huyo de mí,
de mis silencios y mi soledad.
Huyo de ti y de todo lo que me hace daño,
pero sobretodo huyo de mí.
Huyo de las palabras que no dije
y que siguen dentro mío y me atormentan...
Huyo, sí, huyo
y aunque corra y cruce mares
y deje atrás desiertos
sé que escapar de mi no puedo
y estoy cansada
cansada de huir y esconderme.
La fatiga me detiene. Me detengo.
Alzo la cabeza
y miro en el espejo buscando a mi enemigo
la carga parece de pronto desvanecerse,
me miro, sonrío y siento paz
al fin siento paz.

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Amor que no es Amor

Mis infiernos no te esperan en andenes,
son los oscuros pasajeros de tu falsedad,
la impaciencia se desvoca en los sentidos
las mentiras en tu boca ya se pudrieron
y la desilusión se ha vuelto lágrimas.
Qué cosa es aquello
que mal llaman "amor"
si es que tal cosa existe
y si existiese, en este instante, lo maldigo.
El infinito y las promesas
se desconocen en las sombras
todo cae y va tornándose en ceniza,
como polvo en el viento
un alma hecha trizas.
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Manos Llenas

Entre el pálpito recurrente
de tu pecho henchido de ilusiones,
encuentro la apasionada calma
que me había cansado ya de buscar.

Abrí las alas de repente
con el impulso que me dio tu pulso
en la vital sorpresa
de ver mis manos llenas con las tuyas.

Cúbreme en esta lluvia ácida,
huye del frío,
aniquila los fantasmas
y dame en vez, de regalo
tu sonrisa.

Que no retorne a tu rostro apacible
el reflejo del quebranto,
es este tu día, tu alborada, tu nuevo comienzo.

Obsérvame observarte
con todo el amor que pueden cargar mis ojos.

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Ignorancia

Me declaro ignorante
y me acuso en rebeldía,
le ladro a la nada y en la garganta un nudo,
esperando
que un eco eterno me responda.

Me declaro ignorante
de vidas pasadas,
de pasajes tan recónditos
de miradas que no supe reconocer,
de palabras que mi juventud no apreció.

Me declaro ignorante
una vez más y para siempre.
Cómo aprender en poco tiempo a seguir la brisa
cómo imitar la sabiduría de tu alma,
cómo interpretar una noche sin luna.

Me declaro ignorante,
ignorante de detalles y de aciertos
un ser tan pequeño en el mundo,
tan breve en el tiempo
que nada sabe, nada entiende ni recuerda
y que, sin embargo,
lo siente absolutamente todo.

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Creando Fábulas

Vivo inmersa en el sonido del granizo
que golpea mi ventana,
tras las rejas de una cómoda jaula
me invento amaneceres con un sol ardiendo.
Las fábulas que me narraron viejas voces
van mutando en tétricos cuentos,
leyendas falaces, finales inertes
sin moraleja ni melodía.
Y las repaso en voz alta
a ver si el cielo me escucha,
tal vez, quizás, algún día
puedan dejar de ser palabras en mi boca.

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Quizás, la Luna

Quizás, en las orillas
en que revientan mis mares imaginarios
reposen calmos los sollozos,
los sollozos y los ruegos,
humildes y suplicantes,
como mi nombre desdibujado ya
en la humedad de la arena.

Quizás, en ese mar
habite alguna de estas noches, la luna
la luna pensativa y entregada
a un mundo entero que la observa
señalándola con el dedo
invariablemente acusador,
como la dulce maldición de los que mueren solos.

Quizás, el morir solos,
en el mutismo más absoluto
sea el momento más humano de toda nuestra humanidad
con el reconfortante dulce consuelo de la bella luna,
que con sus ojos de madre
nos acoge en sollozos rogando,
humildes y suplicantes
de rodillas en la orilla del mar.

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Derrota en un Adiós

Muero en estas líneas,
en estos versos híbridos,
casi inertes,
sangre y lágrimas se mezclan
en el oscuro néctar que roza mis labios.

Observo con desprecio estos último instantes,
todo aquello que evoque vida
todo se me escapa de las manos
todo se me va en un suspiro,
inevitable,
el final es amargo en mi garganta desgarrada
el cansancio ha vencido.

Hace cuánto que agonizo...
ya no recuerdo,
la cercanía de la muerte me presta su arrogancia
para ocultar el dolor,
de mi yo destrozado.
No me salves
que no busco a qué aferrarme.

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Como Extraños

Me evado lentamente
y lentamente me pierdo
no quiero la inconstancia costumbrista
no quiero ya nada tuyo
todo lo tuyo es efímero,
tan abstracto como mis pensamientos extraños a ti,
en los que me diluyo en mi universo propio
y puedo ser al fin esencia.
La única verdad que reconozo entre nosotros
es que hoy
nos sabemos a nada.

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Aurora en Rojo

Intentas aurora mía,
desatar intenciones intensas
propagar el fuego que arde,
hasta ahora tibiamente insomne
en el silencio espeso
de un espíritu dormido.
¿Es tu calor tan rojo
como su llama encendida?
Haz que la mañana cante
y despierte a aquel que sigue soñando,
con dulzura y poesía,
con tu ardor indescriptiblemente hermoso.
Eco eterno de vida,
despiértalo, despiértame
que aún espero dormida
un amanecer impregnado
de melódicos colores.

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Huellas en la Escarcha

He dejado mis pasos
en lo crudo de la escarcha,
en la rudeza del crujido de una puerta
que dándome la espalda me dijo
que mi lugar era otro.
No le temo al sin camino
ni a la niebla, ni a tu voz
soy una con la noche que me abraza
una conmigo y nadie más.
Todo está bien. Todo.
Y si algún día así lo quieres,
busca en lo imperceptible de este lugar,
las huellas
que te permitan seguirme.

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Enfermedad

Esta noche silente me enferma,
la claridad del anterior segundo no acusan la llegada
del sosiego ni del olvido.
Claramente te estoy amando en esta noche silente
y no estás y eso me enferma.
Pensando que es sencillo el propósito,
reconstruir la historia de los sueños perseguidos
en la honestidad de esta boca,
en la locura de esta mente enferma, enferma por no verte,
no me permito incendiar estas páginas
llenas de ti, de ti
y de mí sin tí, en universos que no se tocan.
No escribo desde la amargura de antaño
sino desde mis soledades de siempre,
tan mías, mías
como mi silencio ingrato a los llamados del mundo,
como la tristeza de estos párrafos
en la enfermedad de esta noche.
Y esta noche silente que clama más que muchos gritos
desde lo profundo de estas horas nocturnas
que me envuelven,
me enferma emborrachándome en suspiros,
me enloquece
me enloquece.
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domingo, agosto 20, 2006

Soledad

Rodeada de todos, aunque a enorme distancia
caminan presurosos y nadie me habla.
Nadie me mira. Nadie me acompaña.

Invisible a los ojos mi alma callada
sordos sus oídos a mis quietas palabras
mi susurrante clamor impotente se haya.

Estoy aquí,
en el medio de todo, en el medio de nada
en un mundo ancho y ajeno
nauseabunda flotando
la insignificancia de la existencia .

Sola e inquieta en las frías avenidas atestadas
caminando incesante, mis manos heladas
- muda -
avanzando en la crudeza de ésta multitud autómata,
continúo en la búsqueda
de una sonrisa, de una mirada tuya
que me devuelva a la vida.

Estoy aquí

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miércoles, agosto 16, 2006

Paraíso

Génesis de vida, que hace florecer mi alma
pequeña gota de rocío
brisa tenue de mi tarde calma
rayo de luz que dulcemente me ilumina,
todo eso eres.
Imagino días infinitos contigo
tan inmersa en tu esencia, tan tuya.
El paraíso lo he descubierto en tus ojos
mientras se desvanecen
las sombras de los míos,
que libertos por tu brillo ahora,
amándote
tímidamente te sonríen.

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miércoles, agosto 09, 2006

Recuerdos Nuevos

Contigo quiero empezar
a construir recuerdos nuevos,
nuevas notas sibantes
parecidas a tí,
que me suenen a tu voz
hablándome
cuando estoy aún dormida,
nuevos ojos que hace poco despertaron
y me observaron con dulzura
los mismos que día a día
he aprendido a amar.
Contigo quiero,
construir recuerdos nuevos
desde nuestro ahora,
desde tu alma y la mía
desde esa confianza que con esfuerzo
ha dado sus frutos
y nos alimenta de nuevo los sueños,
aquellos con que corro a tus brazos
que abiertos, me reciben.


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El Gris de Nuestra Historia

Te abro el alma
mientras dure la tregua con tu bravura
mi corazón orgulloso evade tu mirada,
que todo lo estudia, todo lo coarta
y con resignación trago un sorbo agridulce
de mi débil fortaleza.

Me hacen falta lágrimas para llorarte
esos besos nunca encontraron a esta boca
es inútil,
cómo poder cambiar lo que no fuimos
la impotencia de ser testigos cómplices
de cómo todo se hunde en un mar furioso.

Tejes la red imaginaria
que nos une y sin escapatoria nos atrapa,
son sutiles las espinas
que lentamente nos desangran
en la mediocridad de un falso desenfreno
en la neutralidad del gris de nuestra historia.

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miércoles, agosto 02, 2006

Sed

En la tibieza de ese susurrar profundo
acaba siempre un discurso afable,
algunos versos, prosa y poesía;
algo melancólico,
como la anatomía fría de tus montes níveos
sediento de auroras rojizas.
Tan tenue es el rayo sobre mí este día espléndido
como lo insípido de un durazno tierno
en esta boca sin tus besos.
El cantar se ha ido
junto a sus dueños ha emigrado,
qué haré sin melodías, ni discursos
cada vez mas sediento de auroras, de rimas y de cantos.
Me he alejado de todo lo que tus colores tiñeron
estoy a oscuras, entre blanco y negro
los sentidos se extinguen,
con tu llama y el alcohol
de mi copa vacía.

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Consternación

La consternación no es sino
preguntarse en silencio
sobre el asombro que nos deja indemnes,
pequeños y aturdidos.
Los grandes cielos se abren
ante nuestros ojos perplejos,
que luchan, para aprehenderlos,
con todos los límites
propios de lo humano.
Tal es su deseo de ver más allá
que desorbitados estos,
intentan con sus pupilas tocar
la vitalidad del misterio
en lo eterno
de una ráfaga de aire.
Es que tanto cabe en un segundo,
cuántas maravillas acaecen desapercibidas
de cuántos milagros se inundan
nuestras percepciones dormidas,
todo un mundo que se muestra
invisible a través del velo
a la indiferencia conformista
de nuestra ignorancia ciega.
Te propongo vivir ensimismado,
te propongo continuar en la contemplación
de la belleza de este instante.

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No Basta

Que nos amemos no basta
y que te olvide no importa
y la moraleja de mis recuerdos crece y crece
porque mi insconciente insensato te evoca
aferrándose a lo único que de ti me queda.

Y el amor no bastó
las cartas no alcanzaron
mis palabras teñidas de rojo se hicieron pocas
y la lejanía ha dejado mis ruegos
y estas lágrimas secas en la mitad del camino.

El amor que no basta
y el camino
el mismo camino que recorrí en soledad hasta ti
hasta ti con la esperanza
de morir en un hogar que fuera mío
tan cerca de tí,
tan distante.

Y el amor no basta
y tal vez jamás nos bastó
una despedida civilizadamente ingrata
marcó el adiós impostergable
e impostergablemente, un pedazo de mi pecho herido
quedó maltrecho y solo
a orillas del camino.
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jueves, julio 27, 2006

Respiro

Es el deseo de ver tu cara
acompañándome esta noche,
la estrella que guía al viajero
indicándole el norte.

Extraño la calidez
de tu amorosa intensidad
así como la natural fuerza de tu espíritu
que llena mi aire de ternura.

Te has vuelto para mí
el premio a un día pesado,
el auténtico respiro
en 24 horas de hastío.

Si nada te cuesta dibujar
la última sonrisa de la noche en mis labios
te pido, ayúdame a olvidar
esta profunda soledad que estoy sintiendo.

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La Pluma Que No Quiso Escribir Un Domingo

Hoy no escribo, no tengo ganas
me niego a tomar esta pluma entre mis dedos.

Irónicamente,
pesa demasiado esta tarde.

Debe ser porque es domingo,
no me agradan los domingos.

Será porque se asoma el ajetreo del lunes
y tampoco me gustan los lunes.

En fin, es domingo
día de misas, de locales cerrados
y calles algo desiertas.
Peor ahora que es invierno
y la lluvia que moja hasta los huesos
amenaza con gripe y dolor de cuerpo.

Pero no me duele el cuerpo,
sólo está algo dormido y mi cabeza embotada.

Me causa pereza siquiera el pensar en pensar
algo interesante, digno de escribirse.

Mis ideas se diluyen en el sonido de la lluvia,
abandonándome sin pedir permiso.

Es domingo, rayos!
que inoportuno,
nada bueno se puede escribir un domingo
y en esta tarde aletargada de día santo,
este lápiz bic que se las da de pluma
pesa toneladas para estos dedos flojos.

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Al Borde del Abismo

En mí, una rabia que no entiendo
o tal vez si,
quizás demasiado conocida.
Estoy destinada a sentir
que me torno cada vez más invisible.
Ya no quiero seguir mendigando cariño,
sé que no valgo tan poco
aunque opines lo contrario.

Crees que puedes aún manejar mis pasos,
como si alguna vez lo hubieses hecho,
es como si no te dieras cuenta
que mi alma es y siempre ha sido libre,
indómita a tu afán de someterme a tus caprichos
risueña, ante tus tontas órdenes y exigencias.

Hoy me miras con una ternura
que siempre anhelé ver
y que discretamente amenaza con alcanzar otros afectos,
mas sé que el momento es tristemente efímero, mediocre
la vaguedad de un recuerdo
una vez que te despidas, me des la espalda y te alejes
y no es suficiente
para mí...

...Para mí,
que no le temo a los riesgos,
al apostar o al perder,
que acostumbro caminar al borde del abismo
donde se nubla mi razón,
que busco en la vehemencia de las grandes olas
y en la fuerza de la brisa que roza mi cara
toda la intensidad del Universo...

Quisiera poder encontrar
todas las respuestas
en todas y cada una de las cosas.

Esta obsesión
por adivinar el secreto originario,
que sea capaz de explicarme
la esencia de todo aquello que me importa,
-incluyéndote-
no hace sino revivir
una y mil veces
la angustia de mi carácter siempre impetuoso...
y nada es suficiente…
para mí.

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Eclipse

Dos caminos que se cruzan
en el punto medio del destino incierto
como el Sol y la Luna,
que en una maratón sin pausa
jamás se han sonreído en una mirada;
así es como siempre te busqué
así es como mis ojos
siempre quisieron sonreírte.

Pero el Universo,
al observar el eterno desencuentro,
un día se detuvo
y me regaló el instante para alcanzarte.

Entre Plutón y Mercurio te encontré
estabas cosechando versos,
esas palabras que sembraste en tu corazón
por si las necesitabas algún día.

Cosechabas versos y yo flores
en aquella estepa azul,
donde no se distinguía el cielo del prado
éramos nosotros y el sol.

Me ofreciste tu mano cual si fuera el mundo
y me aferré a tus dedos largos y torpes
como un niño a su madre
porque eres para mí el mundo entero,
todo lo que aún no descubro
y más.

Sacaste entonces de tu ramo de poemas
un verso para regalarme,
y con delicadeza la pusiste en mi pelo enmarañado
en un compromiso sin palabras.

El rubor de mis mejillas
agradeció tu ternura
y aceptó la ofrenda
y sin más, en mi pecho
juré amarte para siempre.

Madre luna, padre sol
ya no hay más días sin astros
ni noches sin resplandor
desde que el Universo se detuvo
caminamos juntos, tú y yo.

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sábado, octubre 22, 2005

Tu Regalo de Pureza

La pureza de aquel detalle
desató en mi alma conmovida,
el destello del milagro.

La ternura en tus letras
ha traspasado las barreras que defienden
la entrada a mi fragilidad
y que inútil se hace la coraza,
desarmada ante un gesto de dulzura.

Parece que esa cálida sencillez escasea en estos días
en vez, la frialdad camina en vastas sendas por el mundo
la humanidad, cae cada vez en un coma más profundo
haciendo oídos sordos al mudo grito que clama por afecto.

En la lucha con tanta indiferencia
la bondad de tu sonrisa
derrota al gris de la rutina
con la simpleza de tus ambiciones.

Gracias Logi

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Laberintos

Quién logra comprender tu semblante afligido,
si tampoco haces un intento
por entender las delicadas señales
que mi profunda intimidad te está regalando,
ni el enorme esfuerzo que significa
el rozar tu mano con la mía
en una casualidad que no existe.

El encierro tiene dimensiones inimaginadas,
pasadizos secretos que sólo tú has recorrido,
laberintos que dejaron de ser complicados
para ser ahora tu hogar;
es así que el retorno a la realidad de la que has estado huyendo,
se hace extenuante y forzoso,
quisieras permanecer para siempre, en ese intrincado lugar de soledad.

No sabes cuánto me duele tu silencio
¿Acaso no te das cuenta
cómo el pecho se me oprime?
si conocieras el natural poder que tienes en mí
sé que dejarías de lado tu dolor
con tal de evitar el mío
porque no hay nada más opuesto al egoísmo, que tú.

Detengo mi atención...
en aquella arruga que nace de tu frente
cada vez que algo te atormenta o te persigue,
entonces me decido a jugar una última carta
para que me develen tus ojos,
la razón de esa amargura infinita
que nos mantiene separadas.

Me rehuyes con la vista cual témpano de hielo
y con un sutil gesto de rabia
suavemente me apartas,
como marcando tu espacio,
para devolverte luego
a la quietud de ese mundo distante
cuya entrada me has negado.
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La Sombra

Estoy aquí, no estás
cuando vuelves
ya me he ido
y sólo logro vislumbrar,
entre los pliegues secretos de la cortina,
tu sombra,
restos de lo que fuiste.

En el sinfín del silencio
ensueño...
yaces dormido,
inquieto,
oscilante entre emociones
burdas e indecisas.

Muerto estás
vivo estás
ni siquiera tú lo sabes...
todavía,
no lo presientes
no lo intuyes
prefieres el sosiego
que te entrega la ignorancia.

El desapego forjó tus sinsabores
y desvelos,
una mente oscura,
retorcida, llena de fantasmas
miedo, sobretodo, miedo
cobarde!
ni siquiera sabes
si estas vivo... o muerto.

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La Espera Infinita

En la hora infatigable de la tarde
el reloj avanza raudo hacia el crepúsculo,
con su tic tac, tic tac
torturador y desquiciante.

Lento avanza el tiempo para el que espera,
el que todo lo soporta,
ése que ama infinita y generosamente.

Rompiendo el silencio con su toque constante
única compañía de aquel,
que hipnotizado lo observa,
continúa el tic tac, tic tac
y no llegas,
no llegas
nunca volverás.

Tu rostro se dibuja difuso en la ventana,
sólo en sueños de ése que te ama
y no se cansa de creer.

Giran, giran las manillas
marcando los segundos, los minutos y las horas
diez minutos, treinta y cinco, una hora, tres, un día... y más
que va...
da lo mismo a estas alturas,
el que sigue esperando,
sedado en ese tic tac odioso,
perdió la noción del tiempo y de tu ausencia
hace ya siglos,
cuando su corazón se detuvo
en aquel instante en que lo amaste.

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Campo de Dudas

Mis confusos pensamientos y tu absurda indiferencia
ahogan mi espíritu y
lentamente me encadenan a este momento
que se me hace eterno.

Mil preguntas sin respuestas
y otras tantas jamás enunciadas,
siembran este campo de incertidumbre, de desconcierto
y constante soledad.

Mil horas y mil excusas para no vivir,
no son bastantes
para aquietar los clamores de mi alma
y la intensidad de mi sangre oscura.

Este espíritu inquieto,
que ha despertado tus defensas y cegado tus sentidos,
yace aquí... muerto en tu desdén...
en tus dudas y en las mías.

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Amanecer

Refleja el espejo
la luz clara de la mañana
que arrulla el cuerpo de muchedumbres,
tantos amantes como caricias ofrecidas
no menoscaban la fuerza del ataque.

Oculto entre líneas
el mensaje indescifrable
que revela la profundidad
de las ideas y de los sentires
que nos hacen vulnerables.

Así, busca refugio entre los insectos y las flores,
y corren juntos a través de los arbustos
riendo, volviendo a la infancia,
retornando a la inocencia
que les dio el amanecer.

Casi sin creer el paraíso que nos envuelve
al cerrar los ojos y
tras un hondo respiro,
la suspicacia que levanta la pureza de tu ingenuidad
es más grande que tu fe.

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Tú, Margarita

Libre floreces,
sin ataduras ni complejos
irguiéndote siempre digna,
con orgullo pero sin arrogancia
en la sequedad de la hierba crecida.

En tu infancia...
no conociste los halagos
sino sólo el desprecio
de las altivas rosas,
envidiosas de esa simpleza,
celosas de tu tímida palidez.

Has vivido de los regalos de la Madre,
del suave rocío que con suavidad
te besa cada mañana
y sin reclamo ni enojo alguno
soportas con paciencia y valentía
la bravura del invierno.

Niños, viejos, enamorados
te arrancan sin remordimiento y
uno a uno vuelan tus pétalos
regalándoles en tu sacrificio
una ilusión.

Has soportado sola, sin cuidados,
como tantas otras con tus rasgos,
los avatares de la vida y de los vientos
para que luego tu silvestre hermosura
se marchite en rudas manos
que no la merecen.

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domingo, octubre 16, 2005

Testigo de Piedra

La esquina de la infancia
conoce tu historia
contempló varios otoños
de hojas secas, amarillas, resquebrajadas
como sus cartas...
como las imágenes que guardas
y que se han vuelto difusas con los años.

Fue testigo de mil amantes
que frente a ella jugaron despreocupados,
llenándose de besos y de promesas
que casi nunca se cumplieron.

Por las mañanas transitas por esas aceras
sin notar
aquellas paredes que te recuerdan;
inconscientemente,
tus ojos rehúsan mirar
en ese espejo callejero
los cabellos de esa niña y los quince años
que ya se fueron.

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Lágrimas de Sal

Necesito desaparecer,
volverme invisible a tantos ojos,
esos que me determinan y me juzgan
en una sola mirada de reproche.

Soy y no soy lo que quisiera ser
deseo perderme en la grandeza de las cosas
tener uno y mil rostros, ser parte del mundo y de la nada
sumergirme en el océano y en el fuego, ser ceniza.

Soy un espíritu errante,
castigado por simplemente pretender ser,
una voz que por la fuerza quiso ser acallada
cuando cuestionó sus orígenes y la veracidad de aquel destino
que le impusieron en nombre de ese Dios...
ese Dios tan ajeno a la discordia de los hombres,
tan ignorante de su propia doctrina.

Soy un alma que herida por el abandono,
insiste en liberarse
aun sintiendo un inexplicable remordimiento,
una culpa que me pone de rodillas
a meditar sobre lo que me he atrevido a hacer,
mientras lágrimas cargadas de sal
bañan mis mejillas por tanta osadía.

Soy sólo otro espíritu rebelde
que se arroja sin miedo a los infiernos prometidos,
otro que se pierde en la oscuridad completa
y que se ha hecho indigno de ser salvado.

Dicen que no merezco tu compasión
no soy para ti sino una mala influencia, un mal contagioso;
te cuentan que estoy manchada por haber renegado de una vida entera,
que por cierto, jamás fue mía.

Sí, he caído,
soy el ángel que ha caído
desde el piso décimo de aquel palacio
que Dios nunca visitó.

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La Ventana

Con la mirada perdida en el horizonte
cansado ya de ver los mismos escenarios
la misma gente y vivir las mismas cosas,
su luz se ha perdido en cosas vanas
que en realidad nunca le importaron demasiado.

Mientras recorre tranquilo lejanos parajes
observando con los ojos llenos de asombro las realidades de otros,
en silencio se pregunta qué habría sido
sin sus vacilaciones y sus miedos.

Con la resignada calma que da el tedio
y el abandono de los sueños que alguna vez tuvo,
sigue a la deriva conforme, siempre conforme
a lo que dispongan los vientos
y hacia donde lo guíen caprichosas voluntades extrañas.

Ya cansado de esperar
por aquel futuro que alguna vez imaginó
sus ojos marcados por el paso de los años sin sentido
pronto se adormecen en paisajes ajenos y recuerdos de días más felices.

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Ester

Fue en aquel minuto
en que sus ojos se apagaron
sin noticia previa de lo que vendría,
la melancolía hace de las suyas
en el ocaso inevitable de esta noche
tan parecida a aquella, la más obscura.

Para devolver su esplendor a la rosa marchita
una palabra tuya no basta
que mortal,
que nefasta es la herida
tras el lamento sosegado.

El vientre vacío llora la partida
y no hay más compañía
que el silencio
para aquellos ojos atónitos y cansados
por el dolor y las píldoras.

Las paredes blancas y frías
observan tristes la escena,
no hay lágrimas ni sollozos,
es como si se hubiesen secado,
sobran las exclamaciones de rabia contra el poderoso
por haberle quitado el regalo
que ya había hecho suyo;
no, no hay más lugar que para
la enorme impotencia de no haber mediado despedida.

Así acaba la memoria más triste,
con el nombre de la única estrella que iluminó esa noche
repitiéndose en la boca.

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La Rebelión de los Canes

Se oyen ladrar los perros
como anunciando tragedia,
algo en el eco de sus gritos
nos advierte lo terrible.

El peligro les despierta el instinto
de bestias feroces,
se dan cuenta de pronto
que son salvajes...
y libres.

La domesticación no pudo con la naturaleza
y a su llamado responden
con la sangre hirviendo.

Con látigos no se dominan corazones
romper cadenas es sólo cuestión de tiempo,
paciencia pisoteada y rabia.

El hombre no es Dios
y siguen aullando a la luna los canes.

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Me Cubre un Árbol

Mi esencia conoce secretamente la tuya
mi cabeza distraída a tantas cosas
se concentra en cada uno de tus movimientos
hechos con sigilo.

Una invisible conexión
me une a tu alma,
de poeta y trovador,
maravillosamente y en silencio.

Existes
en la simpleza de las cosas
en la verdadera belleza
de esta existencia.

Y me miras desde la elevada copa
de aquel árbol sabio,
tu maestro sin título
el que te preparó para la vida
y puso a salvo tu inocencia,
el mismo que ahora me cubre.

Mientras,
mi mente divaga pacíficamente
entre las meditaciones de siempre
y las que ahora me propones.

Pienso, pienso...
reflexiono sobre tus reflexiones,
de la melancolía a la paz
de la paz a una alegría quieta y profunda.

Me inundas el alma con la frescura de las rosas blancas,
me dices que mis ilusiones y mis sueños
no son tan inútiles ni tan tontos
y me desafías a seguirlos...

Atreviéndome,
los sigo y te sigo
y no necesito ya más,
porque en la búsqueda de ese ideal imposible,
a paso lento y contemplativo,
me has enseñado a ser feliz.

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Ascenso a Pie Desnudo

Pies desnudos
rasguñados, sedientos
sienten la tierra áspera,
la dureza del camino y de la vida.
Están sangrando
ansiando pastos tiernos.
La tierra mojada también sirve
para aliviar el cansancio
y la carga que imprime su huella
en el sendero.

Sobre sus hombros
toneladas de culpas
y arrepentimiento.

Cae de bruces
en la colina empinada
pero no se detiene,
la perseverancia
raya en la tozudez
pero es lo único que le queda
en el mundo.

Apenas distingue
el metro que le sigue de camino
la distorsión de lo recorrido
le viene bien,
el fin del martirio
no se ve tan lejano.

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Alza el Vuelo

Golondrina, vuela lejos
que la primavera ha cesado
y el invierno ha vuelto para quedarse,
para empezar su reinado perecedero
pero absoluto.

Golondrina, vuela alto
donde no te encuentren
las amenazadoras luces de tus captores...
en la niebla
donde no te alcance la hipocresía y la traición.

Golondrina, no mires atrás
que el nido ya lo ocuparon otros
y nada queda de aquel sueño compartido
que nos dio la esperanza,
todo, todo, todo... ha cambiado.

Golondrina, vuela con prisa y sin descanso
que muchas de tus hermanas ya han muerto
cayeron con las alas rotas
con los ojos horrorizados e idos
por la crueldad del tirano.

Golondrina, no nos olvides
no nos abandones
aunque vueles queriendo borrar el dolor
aunque encuentres ramas nuevas
que te cobijen y te den abrigo.

Porque hemos quedado solos, tan solos
presos en las zarzas
oprimidos y desnudos
nos han cortado las alas...
nos han robado la libertad, nos han robado todo.

La noche enmudecida,
gobernada ahora por aquellos sin rostro
ha dejado de regirse por la soberana luna,
los cantos de otros tiempos no son más que un susurro
desesperado e inaudible.

Golondrina, no eches raíces
no te resignes a volar en suelos extraños
que más temprano que tarde
luego del largo invierno
vendrá otra vez la primavera.

Golondrina, regresa a casa
tu patria con otros aires, te busca
te llama, te espera
te añora...
el invierno de tantos años ha terminado.

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jueves, septiembre 22, 2005

Llueve en Primavera

Es una de esas veces, no soy yo sino otra
y esa otra desbarata esta realidad
que no reconozco.

Pedazos de mí esparcidos en mil lugares
que me son desconocidos,
que parece que me buscan.

Es la angustia de los pétalos sin rosa
que buscan su pertenencia en la brisa
queriendo alcanzar las nubes.

Es insensata esta idiotez antigua,
cobarde y marchita
en mi primavera lluviosa.

Es agotador el desconsuelo
cuando sigue faltando esa caricia,
incomprendidamente deseada.

Flotan los pensamientos, revueltos
volátiles, con atisbos de locura y cordura,
rebeldes y extraños a mi propia conciencia.

Conciencia inconsciente...
mareo y vértigo, el viento desafiante...
el mundo contra mí, yo contra mí y el mundo.

Terribles susurros se alimentan de mi aliento
agitado y entrecortado, ¡pulmones necios!
ya ni puedo respirar.

El asma solapada ataca ahora a mi espíritu
tan ahogado y tan confuso, que enredado cual ovillo de ocho hebras
se desata en la vehemencia de la lluviosa primavera.

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El Manto Negro

Encendiendo velas que sean destellos
en esta oscuridad inclemente
que con su manto inútilmente
intenta disimular el azabache de tus cabellos.

Los grillos cuidadosamente ocultos en la corteza
te brindan cantos y versos en un solo murmullo,
que no acaba con la madrugada, mas sí con la certeza
de que en el gran silencio te regaló algo suyo.

Merodean a la luz de la luna, un par de errantes preguntas
prófugas en la niebla requiriendo respuestas,
hartas de verdades presuntas
y mentiras supuestas.

Quieren saber, dónde se oculta tu pelo,
la tibieza de tus brazos, el roce de tus labios,
todo aquello que la noche ha escondido con celo
bajo la inmensidad de sus sayos.


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Descolorida Patria

Imagina un parque desahuciado
cientos de piedras golpeando vidrios,
manos furiosas, enérgicas
triturándose los huesos,
por ver tanta codicia
desenvainando de la injusticia, los frutos .

Es el porvenir legado
ni tan distinto ni tan igual
con otras cabezas y los mismos pobres,
la misma porquería en las calles,
los discursos de toda la vida
pero con la pasión menguada.

Los ideales dormitan en la filantropía olvidada,
no se te ocurra dar la mano
a quien no tiene con qué llenarla,
rodéate de influencias será mejor, ¡ah! y recuerda repartir halagos,
los puestos son escasos en esta jauría de lobos
que te muestra los dientes, contagiándote la ambición.

El único país que conoce esta bendita generación
tan incoherente y falto de equidad,
con sus casas de nylon y
las riquezas desequilibrando balanzas y oportunidades,
sigue alimentando la alienación colectiva
en un ir y venir de saliva malgastada.

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miércoles, septiembre 14, 2005

El Despertar

Manos intrépidas
con prisa buscan
bajo esas ropas,
el abrazo perdido
prometido en un beso.

Cuales luciérnagas esos ojos,
arden en la noche
mas en silencio.

Oh eclipse en sus pupilas
al ver al amado en llanto,
absolutamente incrédulo
ante la grandeza del amor recién descubierto,
emocionado y absorto
en su catárquico equinoccio.

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