jueves, septiembre 22, 2005

Llueve en Primavera

Es una de esas veces, no soy yo sino otra
y esa otra desbarata esta realidad
que no reconozco.

Pedazos de mí esparcidos en mil lugares
que me son desconocidos,
que parece que me buscan.

Es la angustia de los pétalos sin rosa
que buscan su pertenencia en la brisa
queriendo alcanzar las nubes.

Es insensata esta idiotez antigua,
cobarde y marchita
en mi primavera lluviosa.

Es agotador el desconsuelo
cuando sigue faltando esa caricia,
incomprendidamente deseada.

Flotan los pensamientos, revueltos
volátiles, con atisbos de locura y cordura,
rebeldes y extraños a mi propia conciencia.

Conciencia inconsciente...
mareo y vértigo, el viento desafiante...
el mundo contra mí, yo contra mí y el mundo.

Terribles susurros se alimentan de mi aliento
agitado y entrecortado, ¡pulmones necios!
ya ni puedo respirar.

El asma solapada ataca ahora a mi espíritu
tan ahogado y tan confuso, que enredado cual ovillo de ocho hebras
se desata en la vehemencia de la lluviosa primavera.

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El Manto Negro

Encendiendo velas que sean destellos
en esta oscuridad inclemente
que con su manto inútilmente
intenta disimular el azabache de tus cabellos.

Los grillos cuidadosamente ocultos en la corteza
te brindan cantos y versos en un solo murmullo,
que no acaba con la madrugada, mas sí con la certeza
de que en el gran silencio te regaló algo suyo.

Merodean a la luz de la luna, un par de errantes preguntas
prófugas en la niebla requiriendo respuestas,
hartas de verdades presuntas
y mentiras supuestas.

Quieren saber, dónde se oculta tu pelo,
la tibieza de tus brazos, el roce de tus labios,
todo aquello que la noche ha escondido con celo
bajo la inmensidad de sus sayos.


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Descolorida Patria

Imagina un parque desahuciado
cientos de piedras golpeando vidrios,
manos furiosas, enérgicas
triturándose los huesos,
por ver tanta codicia
desenvainando de la injusticia, los frutos .

Es el porvenir legado
ni tan distinto ni tan igual
con otras cabezas y los mismos pobres,
la misma porquería en las calles,
los discursos de toda la vida
pero con la pasión menguada.

Los ideales dormitan en la filantropía olvidada,
no se te ocurra dar la mano
a quien no tiene con qué llenarla,
rodéate de influencias será mejor, ¡ah! y recuerda repartir halagos,
los puestos son escasos en esta jauría de lobos
que te muestra los dientes, contagiándote la ambición.

El único país que conoce esta bendita generación
tan incoherente y falto de equidad,
con sus casas de nylon y
las riquezas desequilibrando balanzas y oportunidades,
sigue alimentando la alienación colectiva
en un ir y venir de saliva malgastada.

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miércoles, septiembre 14, 2005

El Despertar

Manos intrépidas
con prisa buscan
bajo esas ropas,
el abrazo perdido
prometido en un beso.

Cuales luciérnagas esos ojos,
arden en la noche
mas en silencio.

Oh eclipse en sus pupilas
al ver al amado en llanto,
absolutamente incrédulo
ante la grandeza del amor recién descubierto,
emocionado y absorto
en su catárquico equinoccio.

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jueves, septiembre 08, 2005

La Herida

El oprobio
ha marcado el resentimiento
con letras hondas e imborrables.

Es el maldito rastro que nos frena,
que mató las ilusiones,
los proyectos
hasta las ganas de amar.

La sangre escarchada en las venas
por el hielo que impuso el pesar,
ha dejado
bajo la fortaleza construida,
cicatrices que con disimulo
se escabullen,
quemantes y dolorosas
por todo el cuerpo,
el que se remece y lucha
por sacudirse el invierno de encima
sin remedio.

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lunes, septiembre 05, 2005

Confesiones de un Melómano

De esas cuerdas, directo a mis oídos atentos
su música me lleva de la mano a las nubes,
donde las notas danzan rítmicamente alrededor
en la armonía suave del Universo,
sonriendo plácidas a mi asombro.

En éxtasis ante su vital hermosura,
la sublime melodía
me eleva de a poco en tarareos
a la serenidad de su magia.

¿Ahora quién me enseñara a cantar?

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