jueves, octubre 18, 2007

Caminas, Camino

Necesito dormir esta fragilidad
en el recuerdo pausado que guardo del brillo
de tus pupilas ausentes;
en mis dedos anestesiados del lunar oscuro
anidado en tu sien, donde creí alojada
toda la sabiduría que quise tantas veces arrancar
con la ingenuidad de un infante.

Tal síndrome ha perdurado tras varios otoños
las flores secas renacen
con el nombre de todos mis muertos,
pasos descalzos siguen los míos
en un huracán de hojas tristes
tan claros sus susurros que,
chocando en el cemento
con violencia, se incrustan en mi alma.

Risas de niños acusan,el perfil ensimismado
de quien añora los colores nítidos
de los rostros que han marchado lejos,
el oscuro afán de seguiros,
se desvanece en las sombras
de mi acabado delirio.

El consuelo es la dádiva traída por el viento
el viento y esas voces,
en sonares de pies descalzos que, en el murmurar
de una plaza vacía
conmigo caminan errantes.


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1 comentario:

Marianjelitakawaii dijo...

Muy creativa mami